viernes, 11 de octubre de 2013

In memoriam Olga Cuaresma

El lunes 23 de septiembre murió Olga Cuaresma. Amiga y poeta. Ha dejado un vacío tremendo en aquellos que la tuvieron cerca. La enfermedad que padeció desde su juventud no le impidió vivir intensamente ni dejar una abundante obra poética, en su mayor parte inédita o editada de manera artesanal para un círculo muy limitado de personas allegadas.
 
 


En la sencilla y emotiva ceremonia de su despedida, pudimos escuchar algunos versos suyos y de su padre, José Manuel Cuaresma. Henar leyó un hermoso poema titulado "Chao". Así se escapan los poetas de verdad, al margen de cortejos vehementes y pomposos clarines, sólo con el estremecedor estruendo de la palabra de fondo.

Esa tarde tuve una visión mientras retomaba con esfuerzo mi rutina. El viento movió algunas de las primeras hojas del otoño. Como las uñas de unas manos ligeras, arañaron el reseco pavimento para recordarnos que Olga nunca más volverá a estar entre nosotros. Mantengámosla viva en nuestra memoria.

Espero que algún día sus poemas sean editados como merecen.

Que a tus cenizas el aire
haga leves.



Algunas de sus obras:
El mapa de mi sangre, dos ediciones: 1989 y 1990;
Versos apaisados para animales heridos, 1997;
La resistencia, 2004.